La situación se debe al impacto de la pandemia de la Covd-19 que en el caso salvadoreño alejo a la niñez, adolescencia y juventud escolarizada de las clases presenciales desde marzo de 2020 hasta el 2021 en modalidad semipresencial.
En general la entidad explicó en su informe que esta situación afectó a todos los países de la región de América Latina donde aun no se conocen a profundidad las consecuencias las cuales podrían tardar varios años en verse.
El documento “La urgencia de la recuperación educativa en América Latina y el Caribe” atribuye el problema a que entre el año 2020, 2021 y 2022, América Latina tuvo cierres en escuelas durante 62 semanas, el tiempo más alto en comparación al resto de regiones del mundo, solo superado por el sur y el oeste de Asia.
“Todos los niveles educativos evidencian un retroceso en 2020 en sus tasas de asistencia, con distinto grado de intensidad. La caída más profunda se manifiesta en la educación preprimaria, donde el retroceso es de siete puntos”, precisó.
En primaria y en secundaria baja y alta, esta caída se sitúa en torno a los dos puntos porcentuales. Para el rango de 0 a 2 años, la disminución es cercana a un punto porcentual, agregó el estudio.
Según la Unesco, el abandono de la escuela debido a la pandemia durante 2020-2022 significa para la educación primaria y secundaria, el abandono del primer nivel de lectura en la escuela y una desvinculación completa del sistema educativo de quienes previamente asistían.
Al proyectar esta caída de asistencia en la escuela en los países de la región latinoamericana, la organización apuntó que eso representa que 2.4 millones de niños, niñas y adolescentes abandonaron o postergaron el ingreso a la escuela.
La Unesco toma como base los resultados de pruebas estandarizadas como PISA 2022, cuyos resultados mostraron que en El Salvador, el 68 por ciento de los estudiantes tiene un bajo rendimiento académico en las tres asignaturas que evalúan: Matemáticas, Ciencias y Lectura.
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