En conferencia de prensa, el diplomático calificó la nueva legislación de una ‘continuación débilmente oculta’ del embargo a la venta de determinados alimentos dispuesta por Moscú, en respuesta a las restricciones que desde 2014 mantiene la UE contra Rusia.
El bloque comunitario aplicó dos rondas de medidas luego de la reunificación de Crimea a la nación euroasiática, que han sido prorrogadas desde entonces y abarcan los sectores financiero, energético y de defensa, así como de los artículos de doble uso.
A las sanciones, Moscú respondió con un embargo a las importaciones agroalimentarias provenientes de esos países, lista negra que incluye los cárnicos, lácteos, pescado, mariscos, frutas, verduras y frutos secos.
Según el representante de la UE, la ‘consecuencia mínima de esto será que los importadores rusos se verán obligados a detener o ya pararon la importación de productos identificados por indicaciones geográficas, así como con una determinada denominación de origen, ya que a partir de ahora esto va en contra de la ley’.
Ederer pronóstico que el mercado nacional registrará escasez de estos productos y señaló que la parte europea estudiará más a fondo el tema y evaluará sus consecuencias para los fabricantes, reportó la agencia de noticias TASS.
‘No se trata solo de los productores de champán, aunque la discusión pública se ha reducido a ello, sino que la situación es algo más amplia y hay que estudiarla’, aclaró.
Según la nueva ley rusa, la reconocida bebida francesa deberá ser etiquetada por sus productores como ‘vino espumoso’ para exportarla al territorio de la nación euroasiática, mientras la denominación de champán se utilizará para la bebida de este tipo, pero de producción nacional.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que ‘esta historia de las denominaciones es muy vieja, es una historia que venía de los tiempos soviéticos. La ley ha sido aprobada, debe cumplirse’.
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