Un informe del Diario El Salvador destacó que un grupo de 900 reclusos en fase de confianza fabrican 500 pupitres diarios para las escuelas del país, mientras recientemente fue aireada la participación de una orquesta sinfónica y un coro conformado por presos en el monumento a “El Salvador del Mundo”, lo cual forma parte de proyectos para su incorporación a la sociedad.
Los internos del Plan Cero Ocios son formados en los diferentes talleres que se imparten en el Complejo Industrial Penitenciario de Santa Ana y sus producciones son distribuidas en los cinco mil 150 centros educativos del país que forman parte del sistema público.
El diario, según su informe, efectuó un recorrido por los talleres del Complejo, donde los privados de libertad, no pandilleros, trabajan en la producción masiva de pupitres.
El director de la cárcel, Samuel Díaz, indicó además que los reos también participan en construcción y remodelación de centros educativos.
Detalló que entre los prisioneros hay quienes tienen habilidades para aplicar pintura industrial, realizar trabajos de soldadura y de carpintería, mientras los que carecen de estos conocimientos son capacitados durante tres meses en formación teórica y práctica.
Según las autoridades, el actual sistema penitenciario brinda la oportunidad a los internos en fase de confianza de integrarse a los cursos de formación laboral para retribuir a la sociedad, con su mano de obra, mejorar las condiciones en edificaciones públicas como hospitales, centros educativos, sedes policiales, escenarios deportivos, turísticos y culturales, entre otras.
Pese a los avances, el tema de la reeducación aun es una asignatura pendiente que según expertos debería tener una variantes para los miles de detenidos por su presunta participación en actividades de las pandillas.
Cerca de un 80 por ciento de los reos en ese grupo que se eleva a más de 75 mil, son personas jóvenes, según estadísticas, una cifra notable en un país donde la mano de obra no es muy abundante.
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