Íntimamente asociada a Madrid con una obra del siglo XVII, El golfo de las sirenas, de Calderón de la Barca, a quien se le atribuye el nombre de zarzuela, obtuvo este martes la aprobación del Consejo de Ministros para ser declarada Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Iniciativa del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, busca contribuir a la conservación y normalización del género, así como fomentar su salvaguarda frente a los riesgos a los que se enfrenta.
Entre los argumentos que sustentan la idea, destacan la originalidad, popularidad y transculturalidad de este género musical y teatral, al que también ayudó a impulsar Lope de Vega, junto a Calderón de la Barca entre los años 1620 y 1660.
La zarzuela nació en el siglo XVII como espectáculo cortesano y que llega hasta nuestros días tras una intensa evolución. Según los críticos musicales, es uno de los sellos de identidad de la cultura española por su versatilidad a la hora de recoger distintos contenidos y estilos musicales.
“Fruto de la hibridación con la música popular, trascendió el ámbito escénico para permear en el imaginario colectivo, que ha hecho suyo este repertorio y lo ha utilizado de formas diversas, desde la interpretación de los números más aplaudidos por bandas musicales, hasta por conjuntos de aficionados especializados en este género”, argumentó el Ministerio de Cultura.
La zarzuela trascendió en el siglo XIX y se instaló con éxito en países de América Latina y el Caribe. Aunque en ocasiones es subestimada en relación con la ópera, en España mantiene su valor musical, su vinculación con los temas cotidianos y populares y su recreación constante por la comunidad.
Muchos de sus personajes, melodías y textos acabaron convirtiéndose en expresiones, dichos o refranes populares, para muchos la zarzuela forma parte del acervo de la hispanidad.
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