Un informe de la Procuraduría General, realizado tras una visita a varios centros penitenciarios, reveló que unos tres mil 400 palestinos fueron encarcelados desde el inicio del actual ciclo de violencia, el 7 de octubre del pasado año, lo cual incrementó la presión en las ya abarrotadas celdas.
El organismo destacó que el Servicio Penitenciario de Israel declaró una “emergencia carcelaria”, que permite la violación de los derechos básicos de los presos.
Por ejemplo, indicó que miles de ellos duermen en un colchón en el suelo de celdas superpobladas en prisiones de todo el país.
Entre los problemas detectados están el hacinamiento, las malas condiciones sanitarias e higiénicas, problemas de plagas, así como la falta de ventilación adecuada y de equipo básico para los reclusos.
Un mayor hacinamiento, en una situación en la que los detenidos ya están sometidos a estrés y ansiedad, puede dar lugar a fricciones innecesarias con los guardias, alertó.
En los últimos meses hemos sido testigos “de una crisis carcelaria sin precedentes, en la que los detenidos y presos, tanto criminales como de seguridad, se hacinan en un espacio vital inhumano e incluso duermen en el suelo”, recalcó.
lam/Rob