Si yo fuera el líder ucraniano, no sometería a mi pueblo y mi país a la destrucción que implica ser parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y no creo que la solicitud de Rusia fuera necesariamente irrazonable, dijo Browne, según el periódico Antigua Observer.
Aunque recordó que Rusia y Ucrania eran prácticamente lo mismo, por su historia como miembros de la Unión Soviética, afirmó no creer que la anexión del territorio ucraniano fuera la motivación de Rusia para comenzar la guerra.
El gobierno ruso no quiere a la OTAN en sus puertas, del mismo modo que Estados Unidos no quería a los soviéticos en las suyas, dijo Browne.
El primer ministro aseguró transmitir su sentir al recién nombrado embajador de Estados Unidos para Barbados y el Caribe Oriental, Roger Nyhus; y comparó el apoyo de Estados Unidos y Europa a Ucrania con la invasión de Bahía de Cochinos (Playa Girón) en Cuba en 1961.
También advirtió que ese apoyo está disminuyendo, mientras Rusia sigue en pie.
Recientemente, la Unión Europea aprobó un paquete de ayuda de 54 mil millones de dólares para Ucrania, tras meses de enfrentamiento con Hungría, que amenazó con vetar cualquier proyecto de ley en el Parlamento Europeo.
En Estados Unidos, mientras tanto, los senadores republicanos pasaron los últimos meses obstaculizando cualquier esfuerzo de los demócratas por proporcionar ayuda a Ucrania.
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