El estatus legal, histórico y religioso de la urbe no está sujeto a revisión, y cualquier paso en esa dirección representa una violación flagrante del derecho internacional, advirtió el órgano legislativo regional.
La medida también ignora los derechos legítimos del pueblo palestino, señaló en un comunicado.
Asimismo, estimó que socavaría la solución de dos Estados y alentaría al gobierno de Benjamín Netanyahu a continuar sus ataques contra la población civil en los territorios ocupados.
Llamamos a Milei a revertir su decisión, que reforzaría la ocupación, y le instamos a seguir el camino de los países sudamericanos que defienden los legítimos derechos del pueblo palestino, subrayó.
Israel ocupó Jerusalén Este durante la guerra de 1967 y se anexionó toda la ciudad en 1980 en una medida que nunca fue reconocida por la mayor parte de la comunidad internacional.
En 2018 el entonces presidente Donald Trump movió la embajada estadounidense de Tel Aviv a esa urbe, una decisión que desató la ira de los palestinos y de las naciones musulmanas, pero que mantuvo su sucesor Joe Biden.
Desde entonces algunos países siguieron los pasos de Washington, aunque la mayor parte de la comunidad internacional mantiene sus misiones en Tel Aviv y considera la zona oriental de Jerusalén como la capital del futuro palestino.
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