Las perspectivas de una luz al final del túnel son bastante inciertas en estos momentos, y, por el contrario, el clima de tensión aumenta aparejado con temporales originados por la borrasca Karlotta y precipitaciones a partir de un frente del Atlántico.
Ante la situación crispada en el país ibérico y las amenazas de los agricultores de llegar hasta la sede del Partido Socialista (PSOE) en Madrid, el Gobierno advirtió que no permitirá que las tractoradas lleguen al centro de la capital.
El Ministerio del Interior recordó que el uso de violencia deja «sin sentido y sin justificación a las protestas”. El resto de la sociedad tiene derecho a vivir tranquilamente”.
Según el PSOE, mayoritario en el Gobierno de España, los agricultores deberían manifestarse frente a los que «tienen competencias» y ante Ferraz (la calle donde se ubican las oficinas centrales de este partido).
«En la UE es donde se regula la Política Agraria Común y quien tiene el liderazgo es la derecha”, sentenció la organización que lidera el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Por otro lado, la reunión que tenía previsto mantener la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, con las organizaciones agrarias el próximo 13 de febrero fue suspendida, sin que haya tregua en las protestas del sector primario.
En una nota, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones subrayó que había convocado a las asociaciones del sector agrario para tener una reunión el martes enfocada en sus reivindicaciones, pero «ha sido declinada».
«Lamentamos no encontrar la misma predisposición por parte de nuestros interlocutores, ya que creemos firmemente que las mesas de diálogo son el mejor marco posible para exponer los diferentes puntos de vista y alcanzar consensos», apuntó en un comunicado.
Los gremios Asaja, COAG y UPA del dominio agrícola explicaron que les es «imposible» celebrar la reunión en la fecha propuesta por cuestiones de agenda y pidieron nuevas fechas alternativas.
Aunque la evolución del paro cambió en las últimas horas, con más compromiso de algunos sindicatos, todavía siguen las sospechas de que el asunto es utilizado por la derecha con fines de presionar todavía más al Ejecutivo de izquierdas.
La subida del tono de los agricultores, que con las “tractoradas” provocaron el pasado martes el colapso de las principales vías del país ibérico, contrastó con las críticas de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT).
Unai Sordo, líder de CCOO, descalificó las manifestaciones al considerarlas minoritarias y de corte empresarial, una opinión que compartió Pepe Alvarez, máxima figura de la UGT.
No representan a los trabajadores, sino a los empresarios, zanjaron ambos dirigentes.
Sin embargo, las movilizaciones de agricultores españoles en diversas zonas del país crean numerosos bloqueos de carreteras y autopistas, con tractores que impiden la normal circulación de vehículos.
Vamos a paralizar España, se jactó en declaraciones a la prensa Manuel Hernández, uno de los dueños de compañías agrícolas que lidera las protestas.
Miles de agricultores rechazan la política agrícola europea, al tiempo que denuncian la precariedad del sector.
La política continental con normas demasiado restrictivas, precios bajos y una competencia considerada desleal por parte de productos extranjeros importados dentro de la Unión Europea (UE), son algunas de las críticas de los manifestantes a su situación actual.
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