Un título arrasador con méritos propios, La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, con 12 estatuillas, para convertirse en la tercera más laureada de la historia de los Goya, después de Mar adentro (Alejandro Amenábar) y Ay Carmela (Carlos Saura).
También, un aviso para los Premios Oscar de marzo próximo, en los cuales la cinta de Bayona (El orfanato, Un monstruo vino a verme) compite como Mejor Película Internacional, especialmente contra la favorita, la francesa Anatomía de una caída, de Justine Triet.
“Fueron 10 años difíciles, estuvimos a punto de tirar la toalla, pero mucha gente creyó en nuestro proyecto y apareció Netflix salvador. La película es un homenaje honesto a las víctimas y sobrevivientes de aquellos hechos”, comentó emocionado el realizador.
El largometraje, a diferencia de dos anteriores acerca del mismo suceso, incluye por primera vez los nombres reales de los protagonistas. Se basa en el libro homónimo de Pablo Vierci, que relata el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972 que transportaba a un club de rugby de Uruguay.
La velada tuvo varios momentos muy emocionantes, uno de ellos al otorgarse el galardón de Mejor Película Iberoamericana a La memoria infinita, de la chilena Maite Alberdi, una oda al amor y al reconocimiento de la existencia del Alzheimer, a partir del relato en tiempo real de una pareja.
Asimismo, la celebración de los 25 años de la cinta Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, con la aparición en escena de iconos del cineasta manchego, como Penélope Cruz, Marisa Paredes, Cecilia Roth y Antonia Paredes.
Empero, Almodóvar tenía reservado antes de anunciar la distinción final a la Mejor Película (fue para La sociedad de la nieve), una respuesta incisiva al político de ultraderecha de Vox y vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo.
“Me vais a permitir que haga una reivindicación más, y esta es a favor del cine español. Hace no muchas horas, un político que está presente en esta sala ha hablado de nosotros como los señoritos que recogen las subvenciones», explicó el realizador ganador de dos Premios Oscar.
«Yo, a este hombre, le voy a decir lo obvio. Y es que el dinero que los cineastas recibimos con anticipo lo devolvemos con creces al Estado. Que nos oigan, los cineastas devuelven su dinero a través de los impuestos y la seguridad social y crean miles de puestos de trabajo», sentenció.
El pasado viernes, García Gallardo se refirió a la industria del séptimo arte de ser «señoritos que quieren vivir de producir obras cinematográficas que luego no ve nadie a costa de millones y millones de euros que pagan con mucho esfuerzo los contribuyentes españoles».
-SIGOURNEY WEAVER
La ceremonia sirvió además para reconocer la brillante trayectoria de la actriz y productora estadounidense Sigourney Weaver, quien recibió el Goya Internacional, que anteriormente obtuvieron la australiana Cate Blanchet y la francesa Juliette Binoche.
Visiblemente emocionada, Weaver se deshizo en alabanzas hacia el cine español y se mostró lista para repetir experiencias de rodar en el país ibérico o con sus directores, como ya hizo en el pasado precisamente con Juan Antonio Bayona.
Capaz de transitar con éxito entre el drama, el terror o la comedia, inscribió el nombre de la Teniente Ripley en Alien, el Octavo Pasajero, como uno de los papeles más emblemáticos de su carrera.
Conducida por la cantante y actriz Ana Belén, junto a los actores Javier Calvo y Javier Ambrossi, reconoció especialmente a la cinta 20,000 especies de abeja, que le granjeó un Goya a su realizadora, Estebaliz Urresola (Opera Prima), Mejor Guión (Urresola) y Actriz de Reparto (Ana Gabarain).
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