En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores advirtió sobre las graves consecuencias de una operación castrense en torno a la ciudad de Rafah, como prometió el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Reiteramos nuestro “total rechazo a las declaraciones de funcionarios israelíes sobre el lanzamiento de una operación militar en Rafah, advirtiendo de sus nefastas consecuencias a la luz de la catástrofe humanitaria” en ese territorio, recalcó la nota.
Ante tal situación, la Cancillería llamó a la comunidad internacional y regional a unir esfuerzos para evitar el ataque a la ciudad palestina, ubicada en la frontera con esta nación norafricana, de 106 millones de habitantes.
Esa eventual incursión militar, junto con la continua política de Israel de obstruir el acceso a la ayuda humanitaria, forma parte de una estrategia para forzar el desplazamiento del pueblo palestino, denunció.
El Cairo consideró que esos actos constituían una clara violación de las disposiciones del derecho internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de Naciones Unidas.
Según la agencia estadounidense AP, que cita a dos funcionarios egipcios y a un diplomático occidental, este país amenazó con suspender su tratado de paz con Israel si Netanyahu otorga finalmente luz verde para la operación castrense.
El Cairo en varias oportunidades advirtió que el éxodo de los gazatíes fuera de sus fronteras es una línea roja, como intenta la vecina nación, que busca expulsarlos hacia la península del Sinaí.
Pese a las presiones internacionales, el político derechista, en una conversación telefónica este domingo con el presidente norteamericano, Joe Biden, ratificó su intención de lanzar la campaña contra Rafah con el argumento de derrotar el último reducto en Gaza del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Con una población de unos 300 mil habitantes, esa ciudad está ahora superpoblada tras la llegada de cientos de miles de palestinos que huyeron de sus hogares en el centro y norte del enclave para escapar de las bombas israelíes.
Precisamente, Hamas alertó que un ataque contra la urbe supondrá el fin de los contactos para lograr un intercambio de prisioneros.
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