En declaraciones reproducidas hoy por medios de prensa y realizadas tras un recorrido por áreas afectadas, el mandatario aseveró que no le sorprendió la devastación presenciada y consideró que estos siniestros suelen ser “desordenados, estresantes y costosos”.
El gobernante se mostró muy impresionado por las iniciativas implementadas para contener el fenómeno y limpiar las playas.
“A partir de la movilización del plan de contingencia, diría que todo lo que hay que hacer hasta ahora se ha hecho, se está haciendo y se hará para mejorar, minimizar y eventualmente eliminar la amenaza que esto representa para nosotros”, aseveró .
Aunque no se ha activado una respuesta de nivel tres al desastre (apoyo internacional), Rowley afirmó que varios países con amplia experiencia en este ámbito ya han ofrecido asistencia, y que los ministerios de Asuntos Exteriores y de Seguridad Nacional están participando en estas discusiones.
Por otra parte, el primer ministro refirió que se esperan los resultados de la muestra para determinar el contenido de la carga de la nave, mientras el origen del barco sigue siendo un misterio.
“Lo que sí sabemos es que parece estar roto y está perdiendo algún tipo de hidrocarburo que está contaminando el agua y la costa. Ese barco podría haber llegado a nosotros de cualquier tipo de operación, especialmente si la operación es ilícita”, afirmó.
Con respecto a la situación actual, aseveró que se encuentran en la fase de contención, la cual permanecerá mientras la embarcación esté atrapada con contenidos que podrían contaminar el entorno; pero luego, agregó, tendrán que “vaciar el recipiente”.
“Lo que no podemos hacer es dejar el barco allí con un contenido que podría seguir derramándose en el agua”, enfatizó.
El jueves último, el país caribeño activó la alerta naranja, que contempla una veda a la navegación y la pesca, y movilizó sus fuerzas para limpiar con celeridad el combustible derramado por la nave, identificada con el nombre de Gulfstream y de casi 330 pies de largo.
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