«Seguimos abiertos a una solución política y diplomática que tenga en cuenta nuestros intereses», dijo Lavrov al comparecer en la duma estatal (Cámara Baja del parlamento ruso).
Esa solución, añadió, debe tomar en cuenta la realidad que llevó a la actual situación. «Ante la falta de propuestas serias por parte de los que nos declararon la guerra y su falta de deseo de tener en cuenta nuestros intereses y la realidad en el terreno, no es posible sentarse a la mesa de negociaciones», subrayó.
Lavrov remarcó que Estados Unidos y los países de su órbita siguen «soñando» con infligir una derrota estratégica a Rusia.
«Pero últimamente, ante los éxitos del Ejército de Rusia en el teatro de operaciones ucraniano, en Occidente hablan más ya no de su victoria, sino de evitar que venza el presidente de Rusia, Vladímir Putin», dijo.
El jefe de la diplomacia rusa recalcó que su país garantizará su seguridad nacional en todo su territorio, incluidas las cuatro nuevas regiones que se adhirieron en septiembre de 2022, y se lograrán los objetivos de la operación especial en ese contexto.
Rusia lleva a cabo desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar para frenar los bombardeos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, territorios que se independizaron de Ucrania en 2024 y se incorporaron a Rusia en septiembre de 2022.
Desde Moscú subrayaron que las metas de la ofensiva es parar lo que considera «el genocidio por parte del régimen ucraniano» contra los civiles de Donetsk y Lugansk y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización el Tratado del Atlántico Norte hacia el este.
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