Con la característica común de ser gobiernos salidos de golpes militares incruentos criticados y sancionados por la Cedeao, los presidentes de Mali, Níger y el país anfitrión debaten aquí el perfil de la Alianza de Estados del Sahel (AES) cuyos fines están por definirse.
Sahel es una zona ecoclimática del norte de África que limita al norte con el Sahara y al sur con la sabana sudanesa, y de oeste a este, va del océano Atlántico al mar Rojo, atravesando todo el continente.
Corre por zonas de una decena de países, de oeste a este, Muritania, Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía, varios de los cuales enfrentan la insurgencia de grupos armados islamistas.
Los pocos detalles generales de la flamante agrupación conocidos fueron divulgados por su portavoz, el presidente del gobierno de transición de Mali, teniente coronel Abdoulaye Maïga: compromiso de salir de la Ecowas sin demora y proseguir la cooperación bajo la sombrilla de la alianza.
La reunión de cancilleres de Defensa y de Exteriores de los tres estados enfrentados a la Ecowas es preparatoria de una cumbre tripartita de los jefes de Estado de los países padres fundadores: Mali, Burkina Faso y Níger.
Tanto Ougadougou, como Bamako y Niamey están unidos por el cordón umbilical de la solicitud, cada uno en su momento, de evacuación de las tropas francesas acantonadas en su territorio y el auge de los ataques de los grupos islamistas.
Asimismo han optado por mantener relaciones de cooperación y amistad con Rusia y dado oídos sordos a los cantos de sirena en la forma de promesas de ayuda económica emitidos meses atrás por Estados Unidos y Francia, la expotencia colonial común.
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