De acuerdo con un reporte del canal Ecuavisa, alrededor de una tonelada de claveles, valorada en 150 mil dólares, proveniente de una finca florícola en la parroquia de Alaquez, en la provincia de Cotopaxi, acabó siendo destinada como alimento para ganado pues su exportación hacia el país euroasiático no se concretó.
Recientemente, Rusia detuvo las compras de claveles ecuatorianos durante dos semanas por la supuesta detección de una plaga en cargamentos de flores de países occidentales, principalmente de esta nación sudamericana.
En Cotopaxi, se dedican 300 hectáreas al cultivo de claveles, de las cuales el 80 por ciento se destina a Rusia y durante febrero y marzo, la demanda aumenta debido al Día de San Valentín y el Día de la Mujer.
De igual manera, unas cinco mil personas dependen de este negocio en la provincia, y actualmente los pequeños productores mantienen 15 cuartos fríos como bodegas, llenos de unas cinco toneladas de tallos cortados hace una semana, detalló Ecuavisa.
Los floricultores esperan que, a partir de este lunes, tras los diálogos entre los gobiernos de Ecuador y Rusia, se reanuden las exportaciones.
A propósito, el estado de las relaciones entre ambos países centró esta semana aquí luego de que Rusia levantara las restricciones a cinco exportadoras de banano de Ecuador.
Este jueves, el gobierno ecuatoriano anunció que una misión oficial viajaría a Moscú para tratar de resolver el dilema. Mientras una delegación rusa visitará próximamente plantaciones de banano en este país.
El pasado 2 de febrero, el gobierno ruso también suspendió la compra de banano ecuatoriano proveniente de cinco empresas con el argumento de la detección sistemática de la conocida como mosca jorobada en las frutas, una plaga considerada peligrosa.
Esa restricción afectó al 21 por ciento del total de las exportaciones de banano hacia Rusia, principal destino de ese producto.
La suspensión se dio en medio de la tensión generada porque Ecuador decidió entregar a Estados Unidos material militar ruso supuestamente en desuso.
No obstante, este viernes autoridades ecuatorianas se reunieron en la ciudad costera de Guayaquil con el embajador de Rusia en esta nación sudamericana, Vladimir Sprinchan, quien confirmó a la prensa de su país la decisión de Quito de dar un paso atrás y no enviar el equipamiento militar.
En diciembre pasado, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, anunció que su país planeaba intercambiar con Washington equipos obsoletos, «chatarra”, por artefactos de nueva generación valorado en 200 millones de dólares.
Luego, el pasado 8 de febrero, Kevin Sullivan, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, reconoció que esa entrega era parte de “un arreglo” para transferir equipamiento militar a Ucrania.
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