En declaraciones separadas, el movimiento confirmó impactos directos y el lanzamiento de misiles pesados Burkan (Volcán) hacia la referida zona montañosa, ubicada en Alta Galilea en el norte israelí.
Hizbulah también anunció los golpes contra concentraciones de uniformados enemigos en las cercanías del emplazamiento de Al-Dhairah, así como los ataques a los sitios de Ramya y el cuartel de Ramim.
En las granjas libanesas ocupadas de Shebaa, los combatientes de la Resistencia llevaron a cabo acciones dirigidas a la posición de Ruwaisat Al-Alam y la base de Zibdeen.
Durante la jornada, Hizbulah difundió imágenes de la operación a la sede del Batallón 769 perteneciente al ejército israelí en la base militar de Kiryat Shmona.
Con anterioridad, los medios de la Resistencia revelaron la introducción de un sistema de misiles dirigidos con capacidades destructivas significativas contra objetivos terrestres, aéreos y marítimos, ya sean fijos o móviles en una distancia de ocho a 10 kilómetros.
Según los medios israelíes, las sirenas sonaron en los asentamientos de Ramat Dalton, Dishon, Yiftah, Kerm Ben Zimra, Al-Malkiya, Alma, Al-Rehaniya y Ramot Naftali en medio de temores por la infiltración de drones.
El analista de asuntos políticos del Canal 13 hebrero, Rafif Drucker, comentó que el ejército de Tel Aviv “ahora no puede invadir Líbano y establecer un cinturón hasta el río Litani o alejar a todos los elementos de Hizbulah de la frontera”.
Al respecto, el editor de temas militares y de seguridad del periódico Haaretz, Yossi Melman, escribió que cualquier guerra integral contra la Resistencia podría exponer a Israel a una amenaza existencial.
En este punto, el Canal 12 indicó que «Hizbulah está presente en la frontera y siempre dispara”,
Por su parte, los ataques israelíes tuvieron como objetivo las afueras de las aldeas de Al-Dahira, Tair Harfa, y Alma Al-Shaab, además de los alrededores de Kafr Kila, en el sur libanés.
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