El encuentro fue convocado por Nueva Zelanda, actual presidenta del grupo, con el objetivo de analizar y encontrar soluciones conjuntas a los desafíos económicos y de salud global provocados por la pandemia de Covid-19.
Creado en 1989, el Foro APEC es un mecanismo de diálogo intergubernamental que no tiene el estatuto de organización internacional. Al mismo pertenecen 21 de las mayores economías de ambas regiones, entre ellas las de China, Estados Unidos, Rusia y Japón.
Moscú se unió a esta plataforma en la cumbre de Kuala Lumpur, en noviembre de 1998, y sus principales esfuerzos se centran en crear un entorno institucional favorable para los operadores económicos nacionales y estimular la cooperación con los países de la región, sobre todo de Siberia y el Lejano Oriente.
La iniciativa rusa para la recuperación económica y la integración de sus territorios más distantes ya se ha convertido en un vector a largo plazo de las actividades de APEC y ha sido adoptada por otros formatos regionales.
En el contexto de las tareas asociadas con la superación de la pandemia y sus consecuencias socioeconómicas, la Federación incentivó la promoción de las vacunas rusas y otros avances del país en el enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2.
El pasado año, Putin participó en la cumbre del Foro en línea organizada por Malasia; también en la realizada en 2017 en Vietnam; y presidió la de 2012, celebrada en la ciudad de Vladivostok.
Durante la reunión de noviembre de 2020, los representantes de los Estados miembros de la APEC adoptaron las Directrices de Putrajaya para el desarrollo del foro, un nuevo programa que reemplazó las metas de Bogor, proclamadas en 1994, consideradas como cumplidas.
El nuevo plan de acción prevé para 2040 contar con una comunidad abierta, resiliente y pacífica, a través de la cual se pueda garantizar un entorno de comercio e inversión libre, justo, no discriminatorio, transparente y predecible.
Para lograrlo, el programa propone fortalecer la conectividad regional, introducir innovaciones, reducir las brechas digitales, fomentar el desarrollo inclusivo de los recursos humanos y superar las metas climáticas y medioambientales.
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