Bajo el ondular de banderas de diferentes colores políticos y de solidaridad se escucharon gritos de denuncia contra las campañas de descrédito y ‘los intentos de provocar un estallido social en la isla caribeña para justificar una intervención imperialista’, como alertó uno de los oradores en el acto.
Otros disertantes también advirtieron que acciones desestabilizadoras brotaron en el pequeño país, en medio de la pandemia de Covid-19 y ‘bajo un criminal bloqueo desde hace más de seis décadas que procura asfixiar y matar por hambre a sus habitantes’.
Un joven que espontáneamente tomó la palabra pidió un repudio enérgico contra los actos violentos, promovidos y ejecutados por elementos delincuenciales, que afectan la tranquilidad ciudadana y el pueblo de Cuba.
Remarcó que detrás de estas manifestaciones está ‘la mano del imperio que no cesa en sus agresiones a la gigante Cuba, ejemplo de solidaridad y amistad con los pueblos del mundo’.
Otra vez un cordón de policías dividió a los dos bandos en medio de la calle frente a la sede diplomática y desde la parte solidaria se escuchó con fuerza: ‘Abajo el bloqueo, Viva Fidel, Viva la Revolución cubana’.
A lo largo de estas últimas jornadas otras voces brasileñas condenaron los disturbios protagonizados el 11 de julio en localidades de Cuba, golpeada por la crisis económica derivada del cerco unilateral de Washington y por el aumento de casos de Covid-19.
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