‘Por el hecho de que sean situaciones no aclaradas o tergiversadas no deben quedar en la impunidad’, añadió en un foro regional el embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, según refiere la Agencia Boliviana de Información.
El diplomático aclaró en el encuentro especial del Parlamento Andino que no hablaba ‘con el afán de perjudicar a nadie, ni tomar revancha ni venganza, sino para que eso no vuelva a ocurrir en nuestros países’.
Arce criticó en la reunión del Parlatino sobre derechos humanos ‘la coordinación subterránea de algunos países’ en apoyo a la asonada, de acuerdo con la agencia local.
El embajador boliviano en la OEA denunció entre los colaboradores de los golpistas a los gobiernos del expresidente de Ecuador Lenin Moreno; y al de su entonces homólogo de Argentina, Mauricio Macri.
Ellos –recordó- aportaron armas para reprimir al pueblo boliviano durante las protestas populares que rechazaron el golpe de Estado perpetrado contra el entonces presidente constitucional Evo Morales y que derivó en el gobierno de facto de Jeanine Áñez.
Según Arce, la cooperación de algunos países conservadores contra un gobierno legalmente constituido y revolucionario en Bolivia ‘es un antecedente terrible y nefasto en la lucha por los derechos humanos’.
Para el diplomático, ‘lo sucedido puede considerarse una restitución del denominado Plan Cóndor, una campaña de represión política y de terrorismo de Estado respaldada por Estados Unidos en los años 70′ del pasado siglo’.
Arce rememoró que aquel programa sangriento incluía operaciones de inteligencia y asesinatos de opositores en regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
‘Mucha de nuestra juventud ya no se acuerda, pero nosotros, que estudiamos los derechos humanos a profundidad, sabemos lo nefasto, lo grave, lo terrible que fue’, subrayó el embajador ante la OEA.
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