En la ceremonia solemne para la entronización del nuevo jefe de esta iglesia, elegido ayer, estuvieron el presidente de la República, Aleksandar Vucic; el miembro serbio de la presidencia de Bosnia y Herzegovina, Milorad Dodik, y la presidenta de la República Srpska, Zeljka Cvijanovic, así como altas figuras del gobierno nacional.
Porfirije, 57 jefe y 46 patriarca de la IOS desde que se estableció esta denominación de jerarquía, asumió su misión con una mención especial a Kosovo, la histórica provincia serbia que proclamó la independencia unilateral hace 13 años tras un conflicto elevado a confrontación internacional de manera deliberada.
Sobre ese territorio, donde se fraguó la nación serbia y ahora es fuente de litigio, dijo que es para la iglesia una promesa relacionada con el Nuevo Testamento.
Kosovo no es solo un mito para nosotros, sino el cordón umbilical que nos conecta con nuestra cuna histórica espiritual, la esencia de nuestra identidad; está en nosotros, en nuestros santuarios, en el alfabeto cirílico’, sentenció.
Añadió que ese Kosovo y Metohija tan sufrido aún es también su mayor preocupación y de la iglesia, su Jerusalén espiritual, como lo denominó el fallecido patriarca Irinej.
Sobre la pandemia de la Covid-19 hizo un llamado a la ciudadanía a mantenerse fuerte y sobria, no permitir que reine el miedo, porque cada hombre sano puede ser peor que cualquier virus y es el ser humano el único que crea desbalance en el mundo.
Tras la ceremonia litúrgica, el nuevo patriarca, de 59 años, recorrió la sala de la Iglesia Catedral de Belgrado, en el corazón de la ciudad vieja, para saludar a las autoridades civiles y a los fieles congregados, en una multitud compacta que contradijo las restricciones sanitarias vigentes, la mayoría de ellos sin máscara de protección.
Inmediatamente después, ya en el retiro del edificio sede del Santo Sínodo de la IOS, se reunión con el presidente Vucic, quien en su cuenta en Instagram expresó: ‘con el nuevo patriarca serbio electo, el señor Porfirije, guardián de la unidad serbia y digno sucesor de San Sava’.
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