Los peregrinos realizaron el tawaf, la circunvalación a la Kaaba, una gran estructura cúbica envuelta en tela negra bordada en oro, venerada por los musulmanes de todo el mundo.
Las autoridades sauditas limitaron la cifra de visitantes con el objetivo de repetir el éxito de la versión pasada durante la cual no hubo caso alguno del virus en los cinco días del ritual.
El hajj en curso es más grande que el del año anterior, pero muy inferior a tiempos normales con millones de participantes provenientes de decenas de países.
‘Cada tres horas, seis mil personas entran y dan vueltas a la Kaaba, indicó el vocero del Ministerio saudita del Hajj, Hisham Al Saeed, y después que cada grupo se va, se lleva a cabo un proceso de esterilización’, precisó.
La peregrinación anual es uno de los cinco pilares del islam que consiste en al menos una vez en la vida visitar esos sitios para quienes gocen de posibilidades económicas y físicas.
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