Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mostró que esa cifra es especialmente alta cuando se compara con las demás regiones.
Al continente americano le siguen los países árabes, con 4,1 por ciento y Asia y el Pacífico con 3,8, mientras que para los hombres la pérdida de empleo se situó en 1,8 y 2,9 por ciento, respectivamente.
Por su parte, Europa vio una disminución de 2,5 por ciento en la ocupación femenina, en tanto Asia central registró un 1,9, al igual que África.
La caída del empleo de las féminas perturbó el progreso observado en los últimos 15 años gracias a la mejora de las oportunidades educativas para las hembras, al aumento de disponibilidad de empleos formales en el sector de los servicios, a la migración de zonas rurales a urbanas y al descenso de las tasas de fertilidad, precisó el documento.
Titulado Avanzar en la reconstrucción con más equidad, el texto planteó que para el 2022 el nivel de empleo de los hombres se recuperará al mismo del 2019, pero a pesar de un crecimiento más acelarado, el trabajo para las mujeres no alcanzará las cifras de ese año y habrá 13 millones menos ocupadas.
Las proyecciones de la OIT indican que, a nivel global, solo un 43,2 por ciento de las féminas en edad activa tendrá un puesto laboral durante el corriente, en tanto el 68,6 por ciento de los varones estará trabajando.
‘En otras palabras, en 2021 las mujeres todavía tendrán 25,4 puntos porcentuales menos de probabilidad de tener un empleo que los hombres’, explicó el informe.
Gran parte del empleo femenino tiene lugar en sectores de la economía informal, uno de los más afectados por los confinamientos decretados por los gobiernos para detener el avance de la Covid-19.
La OIT aseguró en su informe que la pandemia ha golpeado a quienes están en el fondo de la escala salarial en comparación con los que se ubican en los estratos altos, y en particular a las mujeres, desproporcionadamente representadas en los trabajos de baja remuneración.
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