Nosotros vamos a analizar ese arreglo con los países miembros de la Unión Europea (UE) y con naciones vecinas como Ucrania, comentó un vocero del órgano ejecutivo de ese bloque comunitario.
Estamos dispuestos a debatir el referido asunto en el marco del acuerdo de asociación de la UE y Ucrania, aunque por el momento carecemos de un pedido oficial en ese sentido de Kiev, aclaró una fuente oficial de la entidad comunitaria, citada aquí por la agencia TASS.
Al respecto, la UE reconoció a Ucrania como socio seguro en el tema del tránsito de gas hacia el Viejo Continente y por eso está dispuesta a abordar lo relacionado con la extensión de una avenencia para el paso de gas natural por territorio ucraniano.
El bloque europeo explicó que la construcción del Nord Stream 2 de ninguna forma constituye un tema general de discusión de esa organización regional, donde Polonia aparece como uno de los principales detractores de la terminación de mencionado ducto.
Alemania aclaró la víspera que el acuerdo pactado con Estados Unidos, a cuyo país en su momento acusó de aplicar leyes extraterritoriales para sancionar a las compañías involucradas en el citado gasoducto, contiene condicionantes para Rusia.
Después de soportar presiones en los últimos tres años para paralizar las obras del Nord Stream 2, el cual le llevará gas directo desde Rusia, el gobierno germano accedió a un arreglo que pretende regular los nexos en la esfera energética entre Rusia y Europa.
En medio de la fuerte campaña desatada por Polonia dentro de la UE y por Ucrania, fuera de ese bloque, Berlín afirmó que exigirá a Moscú mantener a esa república exsoviética como territorio de tránsito, mucho más allá de la puesta en marcha del Nord Stream 2.
Al respecto, el embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov, rechazó las acusaciones infundadas contempladas en el mencionado arreglo.
El tono hostil hacia Rusia de la declaración contradice el espíritu de las conversaciones entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Joseph Biden, del pasado 16 de junio, en Ginebra, declaró Antonov.
Según lo acordado ayer entre Washington y Berlín, Estados Unidos no obstaculizará la terminación de Nord Stream 2, pero se reserva el derecho de actuar ante el supuesto uso de la energía por parte de Rusia como arma geopolítica en Europa.
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