Garzón se pronunció en esos términos durante una reunión celebrada este domingo por la Coordinadora Federal, máximo órgano de dirección de su formación.
Advirtió sobre la ‘ofensiva brutal’ contra la presencia de Unidas Podemos (UP) en el ejecutivo presidido por el socialdemócrata Pedro Sánchez, con el evidente objetivo -aseveró- de deslegitimar a esa alianza integrada por IU y el partido antiausteridad Podemos.
Tratan de deslegitimarnos para forzar la salida de UP de ‘este Gobierno de coalición tan necesario en este momento para España y, más si cabe, para las clases populares y trabajadoras de nuestro país’, remarcó el también ministro de Consumo.
A su juicio, esos ataques contra la presencia de la izquierda en el Palacio de la Moncloa responden a la estrategia de una derecha que perdió las elecciones en los últimos años, en alusión al conservador Partido Popular y al liberal Ciudadanos.
Precisamente por eso pretenden derribar a un Gobierno legítimo radicalizando sus posiciones, aunque lo único que consiguen con ello es crear un espacio político para que la ultraderecha siga creciendo, opinó Garzón, en referencia al auge de Vox.
‘Ese ha sido el efecto visible de la radicalización discursiva y material de la derecha política en España’, enfatizó el ministro.
Alertó que la radicalización discursiva de la derecha no tiene efectos solo electorales, sino que cala en la sociedad y crecen las conductas homófobas, xenófobas, racistas y reaccionarias y la normalización del neofascismo, manifestó.
‘La extrema derecha crece al calor de estos principios y valores reaccionarios. Tiene propuestas como ilegalizar a los partidos que no son de su cuerda y no comparten su idea reaccionaria y homogénea de nuestro país’, añadió el coordinador federal de IU.
‘Se nos trata de demonizar y se nos ha atacado por tierra, mar y aire’, insistió el dirigente.
Consideró que la forma más gráfica de visualizar todo esto son los ataques feroces contra Pablo Iglesias, líder de UP y vicepresidente segundo del Ejecutivo español, a través de mentiras, manipulaciones descaradas y descalificaciones infundadas, concluyó.
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