En la imponente instalación Saitama Super Arena, justo donde un plantel de ese país coronó un mundial en 2006, estas leyendas pusieron punto final a sus actuaciones bajo la sombra de los aros entrelazados, en unos Juegos que los vio partir más temprano que de costumbre.
Téngase en cuenta que los Gasol suman tres preseas en ediciones de este calibre (platas en Beijing 2008 y Londres 2012, y bronce en Río de Janeiro 2016), además de un par de coronas en citas universales (Japón 2006 y China 2019) y ocho liderazgos en Europeos (tres títulos, dos segundas posiciones y otro trío de terceros escaños).
Es una lástima no ganar estos cuartos de final. Estoy muy orgulloso del equipo y agradecido por volver a estar aquí, declaró el mayor de la pareja, Pau, líder indiscutible de la generación dorada de la nación ibérica.
A sus 41 años, el exjugador de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) hizo hasta lo imposible para aterrizar en Tokio, después de un calvario de lesiones que lo mantuvieron un largo (y sufrido) periodo lejos de las canchas, su hábitat natural.
Día de emociones también para el otro gigante, cuya despedida sorprende, a pesar de sus 36 abriles. Es el momento de bajarse. Hemos tenido una gran suerte, pero es hora de dejar a la nuevas figuras, que disfruten y vivan sus experiencias, expuso Marc, actual miembro de Los Angeles Lakers, en la NBA.
Como no podía ser de otra manera, el mundillo del baloncesto hincó sus rodillas para formar parte del momento, y términos como ‘legado’, ‘grandeza’ e ‘historia’ integraron los innumerables párrafos, diálogos y videos dedicados para vestir de grandeza a los protagonistas.
Es hora de disfrutar el momento. Ha sido un privilegio compartir vestuario con este grupo de leyendas. Compartir viajes, entrenamientos, partidos. Para mí ha sido un placer. No podía ni soñar años como estos, manifestó en rueda de prensa el técnico de ‘La Roja’, Sergio Scariolo.
Todo esto sucede cuando Rudy Férnandez, Sergio Rodríguez y Sergio Llull también transitan los últimos metros de sus trayectorias deportivas, como este último baile de los Gasol en una derrota costosa, aunque con la frente en alto versus el equipo -¿’Dream Team’?- norteamericano comandado por Kevin Durant.
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