Las consecuencias del incidente ocurrido el pasado 29 de julio serán evaluadas por expertos, aclaró el director ejecutivo de Roscosmos para programas espaciales tripulados, Serguéi Krikaliov, en entrevista para el canal televisivo Rusia 24.
‘Nada se rompió de la estación, puedo asegurarles’, comentó el cosmonauta y veterano de seis vuelos espaciales. No obstante, advirtió, que ‘cada incidente cuenta, se toma en cuenta en el futuro’, dijo.
Por eso, subrayó, ‘cuánto cargamos la estación, qué consecuencias hubo, todo esto lo evaluarán los especialistas’, manifestó el también ingeniero mecánico.
El director de vuelo del segmento ruso de la EEI, Vladimir Soloviov, señaló el pasado 30 de julio que el sistema de propulsión de Nauka se activó por un breve fallo de su software.
Soloviov expuso que debido a ese fallo ‘se ejecutó por error una orden directa de activación de los propulsores del módulo, lo que provocó algunos cambios en la orientación del complejo en su conjunto’, reportó la agencia de noticias TASS.
En sus declaraciones a la televisión rusa, Krikaliov consideró el incidente como una situación de emergencia que deberá investigarse porque, según explicó, la EEI ‘es un dispositivo bastante delicado’, diseñado para que todo funcione de la manera más fácil posible, comentó.
Para el representante de Roscosmos, los motores se encendieron de acuerdo con el algoritmo de seguridad del sistema de control del módulo, que lo consideraba en vuelo libre.
Enfatizó que el accionamiento de los motores no estaba planeado, por lo que una comisión especial está investigando las causas del hecho ocurrido el pasado 29 de julio, durante el acoplamiento del módulo a la EEI, luego de su lanzamiento desde Baikonur el 21 de julio.
Nauka es el primer módulo enviado por Rusia a la EEI desde 2010, cuando lo hizo el Rassvet (Amanecer). El nuevo laboratorio está equipado para la realización de experimentos e investigaciones científicas.
Los especialistas explicaron que una vez en funcionamiento, el sector ruso de la EEI dispondrá de más espacio para trabajar, almacenar más envíos y equipamiento destinado a regenerar agua y oxígeno.
El nuevo módulo aportará a los cosmonautas rusos un segundo inodoro, una cabina para el tercer miembro del equipo, así como el brazo robótico europeo ERA, que permitirá realizar algunas misiones sin necesidad de salir al espacio exterior.
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