El pliego es compromisario y se sustenta en la premisa de valores jurídicos como el respeto a la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y preeminencia de derechos humanos.
Dentro de ese marco, las partes se comprometen a negociar con el fin de fortalecer una democracia inclusiva y una cultura de tolerancia, convivencia política, de respeto a los derechos humanos y sanciones por su violación.
Como precondición, acordarán en las negociaciones las condiciones necesarias para realizar procesos electorales consagrados en la Constitución, con todas las garantías.
Sin embargo, para ello es necesario el levantamiento de sanciones contra el estado venezolano y la reivindicación de los derechos a la independencia, libertad, soberanía, inmunidad, integridad territorial y autodeterminación.
En consecuencia, rechazan cualquier forma de violencia política contra el estado y sus instituciones, se comprometen con la estabilización y defensa de la economía nacional, y reconocen la necesidad de construir una visión de futuro para todos los venezolanos.
Sobre esos principios generales ya transcurren las negociaciones iniciadas ayer precisamente con la firma de ese memorando aprobado previamente en Caracas y el cual, además, contiene la agenda de trabajo que puede llevar mucho tiempo.
Por lo pronto hay consenso en concretar un proceso de diálogo y negociación integral y progresivo basados en dicha agenda y el formato de negociación acordado.
Los puntos a debatir son muy concretos y se refieren a los derechos políticos, garantías electorales, cronograma comicial, observadores, levantamiento de sanciones, derecho a activos, y respeto al estado constitucional.
Se le añaden convivencia política y social, renuncia a la violencia, reparación a las víctimas de ese flagelo, protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano, y finalmente garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.
El memorando reúne otros acuerdos no menos importantes, aunque generales, como respetar el principio de una negociación intensa, integral, incremental y pacífica para establecer reglas claras de convivencia política y social, con respeto absoluto a la Constitución Nacional.
También que la negociación se dará bajo el principio de que nada está acordado hasta que todo lo esté, aunque podrán celebrar acuerdos parciales si consideran que los asuntos a los que se refieran son urgentes y verificables.
El diálogo tiene un acompañamiento internacional, el Reino de Los Países Bajos y la Federación de Rusia, y un grupo de amigos que nombrará Noruega.
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