En Andalucía, Cataluña y Madrid se registraron ayer más de 40 grados celsius, y es probable que hoy se superen los 46 grados en la zona andaluza del valle de Guadalquivir.
La Aemet puso a 16 provincias en rojo por riesgo extremo de altas temperaturas, que podrían sobrepasar los 42 grados e incluso llegar hasta los 44-46 grados.
Huesca, Zaragoza, Albacete, Cuenca, Toledo, Lleida, Badajoz, Valencia, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Sevilla, Madrid y Murcia, son las 16 zonas en alerta máxima. En el área campestre de Córdoba los termómetros pudieran llegar a los 46 grados desde las 14:00, hora local.
Le seguirán en ese acápite negativo Huelva, Sevilla o Jaén, con un promedio de 44 grados Celsius.
Brigadas de bomberos lograron neutralizar el incendio forestal que destruyó unas 200 hectáreas en Rubiá, en Galicia, una región del noroeste que, sin embargo, no estaba incluida entre las peores dentro de la ola de calor.
No así el caso de Cataluña, si afectada por las abrasadoras temperaturas, donde los bomberos debieron trabajar toda la noche para controlar el fuego en la provincia de Tarragona (noreste) después de ver destruidas 75 hectáreas de bosque.
La espectacular subida de los termómetros se debe a la irrupción de una masa de aire muy caliente procedente del norte de África. Una consecuencia que la comunidad científica no duda en asociar con el cambio climático.
Informes de esta semana de Naciones Unidas, advirtieron que la subida de temperaturas y estas inusuales canículas seguirán en aumento si no se toman medidas emergentes para combatir el calentamiento global de la atmósfera.
La situación se hace más irresistible por la asociación de la canícula con la presencia de polvo en suspensión, debido al gran recorrido por el desierto del Sahara de la masa de aire antes de penetrar en la Península, Baleares y Canarias.
Para hacer más complejo el azote de los termómetros, Aemet indicó que existe la probabilidad de tormentas secas (con poca o nulas lluvias), en zonas de la mitad oriental peninsular que podrían estar acompañadas de fuertes rachas de viento y, eventualmente, de granizo y abundantes descargas eléctricas.
Un manual de recomendaciones fue emitido por Protección Civil, al aconsejar entre otras cosas limitar la exposición al sol, mantenerse en lugares bien ventilados, ingerir comidas ligeras y regulares, beber frecuentemente agua y evitar ejercicios físicos.
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