Según anunció en teleconferencia el gobernador de la ciudad, Andrew Cuomo, por primera vez, desde la clausura de las instituciones culturales a mediados de marzo de 2020, volverán a abrir las salas bajo estrictas medidas sanitarias y reducción de aforo.
En ese sentido, los espacios acogerán solo un 25 por ciento de su capacidad; público y trabajadores deberán utilizar mascarillas y será preciso respetar el distanciamiento físico, mientras los propietarios deberán mejorar los sistemas de ventilación.
La apertura de los cines ofrece una oportunidad para la recuperación de la industria del entretenimiento, seriamente afectada por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, de acuerdo con un comunicado de la Asociación Nacional de Propietarios de Cines de esa nación.
Nueva York constituye un mercado vital para el desarrollo cinematográfico estadounidense, por lo cual la reapertura infunde ‘confianza en los distribuidores para mantener las fechas de estrenos’, detalla el texto.
La urbe inicia un proceso de recuperación de espacios recreativos, el cual está marcado por la apertura de estadios, parques de atracciones y restaurantes, aunque manteniendo las normas sanitarias establecidas y con el mínimo de público permitido.
En el caso de los estadios solo podrán presenciar los partidos un máximo de 2.000 personas, los restaurantes podrán operar a un 35 por ciento de su capacidad, mientras iniciarán las visitas a las residencias de ancianos, aunque con la obligación de presentar un test negativo a Covid-19.
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