El anuncio llega después que la semana pasada en Plymouth, suroeste de Inglaterra, un joven de 22 años con permiso para portar una escopeta mató a cinco personas, entre ellas a su madre y a una niña de tres años, antes de quitarse la vida.
Según trascendió luego, el autor de la matanza que conmocionó al Reino Unido, Jake Davison, había dado señales en las redes sociales de padecer de depresión y estar interesado en las armas de fuego.
También dio muestras de estar obsesionado con la llamada cultura ‘incel’, término que identifica a las personas que tienen dificultad para encontrar pareja.
La investigación arrojó además que un mes antes del crimen la Policía de Devon y Cornualles devolvió a Davison la escopeta que le había sido confiscada en diciembre pasado tras un asalto en la región, por lo que la oficina de Asuntos Internos tomó cartas en el asunto.
Hasta ahora, para obtener un permiso de portación, los solicitantes solo debían presentar sendos avales de dos personas que no fueran familiares, agentes del orden o vendedores de armas y demostrar a las autoridades que no representan una amenaza para la sociedad.
El examen de las redes sociales no se tenía en cuenta por considerarse una invasión de la privacidad de las personas.
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