Un artículo del diario The Hill destacó que helicópteros Black Hawk, aviones de ataque A-29 Super Tucano y rifles M16, entre otros equipos y pertrechos militares, cayeron en poder de los talibanes tras tomar el control del país el pasado domingo.
Recordó el periódico que Estados Unidos gastó 83 mil millones de dólares en el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad afganas desde la invasión en 2001 bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo.
Entre 2003 y 2016 Washington transfirió a las fuerzas afganas 75 mil 898 vehículos, 599 mil 690 armas, 162 mil 643 piezas de equipos de comunicaciones, 208 aviones y 16 mil 191 piezas de equipos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, según informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de 2017.
Añadió que de 2017 a 2019 entregó al país centroasiático siete mil 035 ametralladoras, más de 20 mil granadas de mano, unas dos mil 500 bombas y alrededor de mil 300 lanzagranadas, entre otros equipos, según reveló un informe del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán.
Incluso cuando el Ejército estadounidense se estaba retirando de Afganistán, la Casa Blanca siguió proporcionando aviones a los afganos, y en julio pasado anunció sus planes de enviar 35 helicópteros Black Hawk y tres A-29, indicó The Hill.
No está claro exactamente cuántas armas han caído en manos de los talibanes, pero el gobierno de Joe Biden admitió que es una ‘buena cantidad’.
En realidad es una buena cantidad (de esos equipos y armas) y es obvio, no tenemos la sensación de que vayan (los talibanes) a entregárnoslo fácilmente en el aeropuerto (de Kabul), dijo el martes el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, al referirse al tema.
Estados Unidos justificó su aventura bélica en 2001 para destruir al movimiento Talibán, pero falló, porque 20 años después retomó el poder en ese país, comentan analistas.
El presidente Biden, al ratificar su decisión de retirada de las tropas de ese territorio centroasiático expresó que Afganistán debía tener la capacidad en lo adelante de defenderse.
Sin embargo, el colapso del Gobierno y el retorno de los talibanes, que el mandatario demócrata hace un mes consideró ‘altamente improbable’, sucedió en un abrir y cerrar de ojos, sin oposición de esas mismas fuerzas entrenadas por Estados Unidos.
áQué desastre!, exclamó el documentalista Michael Moore al lamentar las muertes de estadounideses en estas dos décadas en otra guerra perdida.
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