‘Si llaman a nuestra puerta, la abriremos para dialogar’, expresó Erdogan a los periodistas tras el rezo del viernes en una mezquita de Estambul, la principal ciudad del país.
Tras recordar que tanto afganos como turcos comparten la religión musulmana, el mandatario dijo que no le cerraría las puertas a quienes considera sus hermanos.
Igualmente, manifestó que los empresarios e inversores de su país mantendrán los esfuerzos por el desarrollo de la nación centroasiática.
Aclaró que Ankara sigue esforzándose por traer de vuelta a los ciudadanos turcos de Afganistán, en medio del caos reinante luego que los talibanes tomaron Kabul el pasado día 15. Erdogan criticó al mundo occidental y a los Estados islámicos por su falta de interés y atención a Afganistán en las pasadas dos décadas, lapso que coincide con la invasión y ocupación de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Acerca de la cuestión migratoria y de las medidas restrictivas para la migración, el mandatario explicó que Turquía acoge a unos 300 mil afganos y a cuatro millones de sirios.
‘No cerramos nuestras puertas a las personas que huyen de sus países y buscan refugio en el nuestro’, subrayó.
Turquía tiene como proyecto la construcción de muros fronterizos en aras de frenar la entrada irregular a su territorio.
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