La denuncia la hizo Pérez en su cuenta en Twitter, quien también adjuntó algunos de los mensajes con las advertencias y confirmaciones de seguimiento, incluso, a sus familiares.
‘Lo denuncio: Las amenazas de muerte en contra de mi familia y en contra mía siguen sin freno’, aseguró el Premio Nacional de Periodismo 2008, 2013 y 2015.
Al respecto, añadió: ‘Ya me habían advertido de esto por una denuncia que se hará pública estos días! La interceptación de teléfonos sigue, los seguimientos no paran y se cobijan en su derechismo.
Las reacciones de respaldo al periodista y escritor, así como de rechazo a la situación que vive, no se hicieron esperar.
‘Fascistas desatados y con la complicidad del gobierno de Guillermo Lasso amenazan al gran periodista nuestroamericano Orlando Pérez. Repudiemos este ataque y exijamos a Lasso que identifique y detenga a sus autores. Toda nuestra solidaridad con Orlando Pérez’, afirmó el sociólogo argentino Atilio Borón.
De su lado, el activista y defensor de derechos humanos Nelson Delgado alertó: ‘La prensa mercantilista se entromete en la vida de mucha gente honesta, difaman, mienten, calumnian, pero ahí nadie dice nada. La buena prensa, la que informa, la que está en el lugar de los hechos y transmite la verdad es perseguida. Todo el apoyo a Orlando Pérez’.
Asimismo, se solidarizaron con el comunicador varios medios de prensa como la cadena Telesur, Pichincha Comunicaciones y Ecuador Inmediato.
Por su parte, el colectivo Correístas por Siempre escribió: ‘Nuestra solidaridad con @OrlandoPerezEC ante las amenazas de muerte a el y su familia por #Cobardes y Miserables hombrecillos. #NoPasaran!’.
Desde Génova, Italia, el Frente de la Revolución Ciudadana describió a Pérez como un hombre de bien y periodista informativo de gran relieve internacional, al tiempo que consideró ‘gravísimo el ataque’ y concluyó: Nuestro grito de rechazo ante viles amenazas.
Académicos, docentes y politólogos de otros países también dieron muestras de repudio a las amenazas contra Pérez, quien en otras ocasiones ha sido blanco de campañas de descrédito desde centros troll y cuentas falsas en redes sociales.
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