‘En lugar de centrarse en las amenazas reales y los problemas de la seguridad universal, se dedica a la enseñanza moral, al tratar de aferrarse al papel pseudorector del país en cuestiones de democracia y derecho internacional’, apuntó Antónov en la cuenta de Facebook de la misión diplomática.
Denunció que las medidas unilaterales de la Casa Blanca fueron tomadas bajo un pretexto artificial, ya que no se proporcionó evidencia del uso de sustancias venenosas por parte de Moscú contra la vida del opositor Alexie Navalny.
‘Rusia, a diferencia de Estados Unidos, en 2017 eliminó por completo todas sus reservas de armas químicas, lo que fue confirmado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas’, subrayó el embajador.
El Gobierno estadounidense proclamó este viernes la imposición de restricciones a nueve ciudadanos rusos y cuatro organizaciones que, según Washington, están involucrados en el incidente con Navalny, preso en Rusia por violar leyes del país.
También el Departamento de Estado informó sobre el establecimiento de nuevas sanciones a la importación de armas de fuego y municiones desde Rusia y a la exportación de productos y tecnologías relacionados con la industria de producción de misiles y a la esfera nuclear.
El jefe de la misión diplomática en Washington denunció además las medidas estadounidenses contra el gasoducto Nord Stream 2, a punto de terminar su construcción entre Rusia y Alemania, en declaraciones a la prensa.
Dijo que esa decisión viola el derecho internacional y contradice el principio de relaciones de libre mercado. ‘Desde el principio, Washington trató de evitar el desarrollo de la cooperación energética normal de Rusia con Europa’, advirtió.
Antonóv manifestó que las acciones unilaterales estadounidenses no son ‘más que un intento de obtener ventajas competitivas para sus proveedores de combustible y tecnología’, señaló.
Indicó ‘el formato del uso del gasoducto debe determinarse en Europa, principalmente en Alemania, y no en Estados Unidos’.
La víspera, el presidente, Joe Biden, firmó un decreto que permite imponer sanciones a instalaciones rusas destinadas a la exportación de los hidrocarburos. Las medidas afectan a compañías y barcos relacionados con la construcción del gasoducto Nord Stream 2.
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