El Servicio de Seguridad e Información (contrainteligencia) seguía los pasos del consejero para asuntos económicos del mandatario Milos Zeman para buscar información sobre sus contactos con Rusia y su actividad empresarial, afirmó el mencionado medio.
Needl confirmó tal información, señaló la publicación digital, en medio de una tirante relación entre el jefe de Estado y el gobierno del primer ministro Andrej Babis, destacó la prensa capitalina.
El pasado día 17 el mandatario checo declaró al diario Parlamentni List que la contrainteligencia realizó acciones por encima de sus atribuciones al escuchar conversaciones de personalidades de alto rango del Estado.
Zeman en su momento mostró insatisfacción por la decisión del ejecutivo de mantener de forma interina a Mijail Koudelky al frente del servicio de seguridad hasta los comicios parlamentarios de octubre próximo, cuando su contrato de cinco años expiraba el pasado día 15.
El seguimiento de conversaciones de personas de alto nivel para nada figura dentro de las competencias de la contrainteligencia, señaló el jefe de Estado a Parlamentni List, citado por la televisión local.
La detonación en un polvorín en 2014 en la localidad checa de Vrebtice llevó a una crisis diplomática con Rusia, que respondió de forma simétrica a la expulsión de sus funcionarios por Praga, la cual acusó sin pruebas a Moscú de ser responsable de esa explosión.
El gobierno de Babis defendió una única versión de los hechos, es decir, la culpabilidad rusa en el desastre del polvorín, mientras que Zeman defendió la posibilidad de varias causas, incluido un caso de negligencia, lo que tensó las relaciones con el ejecutivo.
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