El ministro ruso de Asuntos Exteriores dijo al periódico Magyar Nemzet que ese encuentro fue alentador, pero Moscú está consciente de que es complicado el camino hacia la desescalada en las relaciones con Washington, advirtió.
Representantes de Rusia y Estados Unidos discutieron el pasado 28 de julio en esa ciudad suiza sobre estabilidad estratégica y control de armas. El Kremlin presentó a su contraparte un paquete de propuestas de trabajo para una posible cooperación en esas áreas.
Este fue el primer encuentro después de que los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden acordaran iniciar el diálogo integral sobre este tema.
Lavrov anunció que Moscú y Washington prevén iniciar un trabajo conjunto en materia de seguridad cibernética, lo que ayudaría a enfrentar los desafíos que enfrentan ambos países.
El mandatario ruso indicó que es posible obtener resultados concretos en estos ámbitos, pero solo a través de conversaciones respetuosas y basadas en el equilibrio de intereses, aceptables para ambas partes, apuntó el titular.
‘Somos realistas y entendemos que no es fácil el camino hacia la desescalada de tensiones’, subrayó el jefe de la diplomacia ruso. Significó que, ‘a diferencia de la época de la Guerra Fría, no todo, pero mucho en este ámbito, depende de los acuerdos ruso-estadounidenses’.
Resaltó que como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Rusia continuará contribuyendo a mantener la estabilidad global mediante una política exterior responsable, pragmática y predecible.
Mañana martes, el jefe de la diplomacia de Moscú llegará a Budapest en visita de trabajo, invitado por el ministro húngaro de Exteriores y Comercio, Peter Szijjarto.
Luego se trasladará a Austria e Italia hasta el 27 de agosto, donde también se reunirá con las máximas autoridades de esos países, informó la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
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