El evento sin precedentes, reemplaza la tradicional alfombra de begonias, con un itinerario florido único que respeta las medidas sanitarias vigentes en la nación europea y se extendrá hasta el 5 de septiembre.
Más de 20 alfombras adornadas con pétalos y colores revelan toda la creatividad y el saber hacer de los artesanos florales que, este año, expanden el concepto a lugares icónicos como Manneken-Pis, la rue des Pitas, la Place Agora o en las Galerías Reales de Saint-Hubert.
Con duración de 30 minutos, el recorrido incluye 16 etapas entre las diversas creaciones florales, de las cuales sobresale una creación dedicada a las víctimas de las inundaciones producidas en el patio del Ayuntamiento.
Esta iniciativa recuerda una ampliación en el espacio público del evento floral bienal que se celebra en la entidad cultural con estilo gótico de Bruselas alternando con la Alfombra de Flores en tanto da acceso a las esculturas suspendidas, arcos y jardines celestiales en forma de tallos y pétalos.
Al extender el certamen a lo largo de varias semanas y en varios lugares, nos aseguramos que se cumplan las normas sanitarias para que el público pueda pasear sin miedo, explicó a medios nacionales la concejal de Cultura de Bruselas, Delphine Houba.
La primera obra efímera de begonias adornó la sede del Grand-Place en 1972, cuyo tema fueron los arabescos ornamentales.
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