Como ejemplo de tales contactos, el político citó a la prensa la conversación telefónica a inicios de semana entre el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Pátrushev, y el asesor del presidente estadounidense para Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
En otra parte de sus declaraciones, el jefe de la oficina de prensa presidencial reconoció que la llegada del movimiento Talibán al poder y la toma del control de la mayor parte del territorio de ese país centroasiático es un hecho consumado.
No obstante, subrayó que Moscú aún no ha reconocido a los talibanes y está siguiendo muy de cerca el desarrollo de la situación y de los próximos pasos del grupo insurgente en términos de garantizar el orden, la seguridad de los ciudadanos y de los diplomáticos rusos.
Ante la pregunta de si Rusia apoyaría que el mando legítimo en Kabul pertenezca a una organización terrorista, Peskov respondió que su país está interesado en que haya paz y estabilidad en esa nación islámica y su pueblo finalmente obtenga tranquilidad y seguridad.
Instó a que ‘los ríos y mares de opiáceos que se dirigen a los cuatro puntos dejen de salir de Afganistán’.
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