‘Estamos preocupados por la rápida evolución de la crisis en Afganistán y su impacto en las necesidades humanitarias de las personas afectadas’, explicó la administración del primer ministro Justin Trudeau.
El país norteño enviará esa suma de dinero a través de socios humanitarios de confianza, como el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja, entre otros.
De acuerdo con el Gobierno, estas organizaciones tienen capacidad operativa sobre el terreno tanto dentro del país centroasiático como en los vecinos y garantizarán que la asistencia llegue a los más vulnerables y no se desvíe a otros actores o para otros fines.
‘Instamos encarecidamente a todas las partes a que permitan un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos a las poblaciones necesitadas’, según un comunicado oficial.
El anuncio ocurrió en respuesta a los llamamientos humanitarios internacionales, coordinados y dirigidos por la ONU para apoyar al pueblo afgano a casi dos semanas del ascenso al poder del movimiento Talibán.
La nueva financiación proviene de los recursos canadienses de ayuda internacional y se suma a los 27,3 millones de dólares ya asignados para Afganistán en 2021.
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