Al profundizar en los resultados las noticias son aún peores para el actual equipo en la Casa Blanca, destacó el sondeo de USAToday y la Universidad de Suffolk.
Según los datos, solo el 32 por ciento de los votantes independientes aprueban el trabajo del 46 Presidente y esos son los que deciden las elecciones en estados disputados como Wisconsin, Michigan, Georgia, Pensilvania y Arizona.
Si a Biden lo abandona el importante segmento electoral, los demócratas perderán esos estados independientemente de a quién nominen los republicanos en 2024, subrayó la pesquisa.
El mandatario, que sigue recibiendo críticas por su gestión de salida de Afganistán, enfrenta un escenario más complicado con el doble atentado terrorista la víspera en las cercanías del aeropuerto de Kabul que dejó unos 90 muertos, entre ellos 13 soldados del Pentágono, el ataque allí con más víctimas para las tropas estadounidenses desde 2011.
Pero el sentimiento público contra Biden va mucho más allá de Afganistán, pues una reciente encuesta de la NBC detectó que las mayores preocupaciones se relacionan con la Covid-19, cuyo rebrote por la agresiva variante delta del coronavirus SARS-CoV-2 volvió a imponer números rojos.
‘Su aprobación en materia de inmigración y economía también están al revés. Lo único que lo mantiene en el juego es su gestión de la pandemia de Covid-19, donde apenas alcanza el 50 por ciento’, señaló David Paleologos, director del Centro de Investigación Política de Suffolk.
Las cifras sobre la economía son asombrosamente bajas en esa encuesta de USA Today/Suffolk, en la cual Biden recibió un 39 por ciento de respaldo en el tema que suele decidir las elecciones.
Si a esto sumamos una encuesta del The Washington Post-ABC News de julio que mostraba al presidente con un 38 por ciento de aprobación en su gestión de la delincuencia y un 33 por ciento en inmigración por la crisis en la frontera sur de Estados Unidos, es difícil ver dónde y cómo Biden y el Partido Demócrata pueden dar la vuelta a la situación, comentó el diario The Hill.
Asistimos al choque de trenes en cámara lenta de una presidencia, dicen algunos observadores políticos, quienes opinan que teniendo en cuenta lo escondido que está el presidente, no se sabe si ‘cortar su audio o aceptar pocas preguntas de la prensa es una indicación’.
Mientras otros plantean que a diferencia de su antiguo jefe, el presidente Barack Obama, hay que preguntarse si Biden cuenta con la capacidad para convencer a los estadounidenses de que es el hombre adecuado para este momento, cuando incluso medios de comunicación amigos se colocan en su contra a toda prisa.
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