Según el Centro Nacional de Huracanes, el evento hidrometerológico impactó el territorio estadounidense cerca de Port Fourchon este domingo, con vientos sostenidos de 241 kilómetros por hora.
El gobernador de Luisiana, el demócrata John Bel Edwards, expresó confianza hacia el sistema de diques del estado, cuya reparación costó unos 14 mil millones de dólares luego de colapsar cuando el Katrina.
Dijo que los modelos apuntan a que los diques resistirán y comentó que Ida será una ‘tremenda prueba’ para los sistemas de protección implementados por el estado en medio de la pandemia de Covid-19, que experimenta un rebrote de casos allí como en el resto del país.
Actualmente afloran temores de que ocurra un incremento de contagios con el coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad respiratoria, al abrir los refugios para personas desplazadas.
En declaraciones anteriores Edwards opinó que Ida podría ser el huracán con un impacto más fuerte desde la década de 1850 del pasado siglo.
Los pronósticos dan cuenta que, tras entrar por Luisiana y Misisipi, Ida podría provocar una ‘inundación extremadamente peligrosa para las vidas’, que en algunos lugares alcanzaría hasta 2,7 metros o más sobre el nivel del suelo.
Hay reportes de que ya en el Club de Yates Bay Waveland, en Misisipi, existen registros de un nivel de agua de 1,5 metros.
El 29 de agosto de 2005 Katrina -uno de los más destructivos y el que causó más víctimas mortales de la temporada de huracanes en el Atlántico ese año- devastó la ciudad de Nueva Orleans y su área metropolitana, dejando a su paso casi dos mil fallecidos y un millón de desplazados.
La urbe quedó inundada en un 80 por ciento al romperse su sistema de diques, falla catalogada como la mayor de la ingeniería civil en la historia de Estados Unidos y que dio lugar a una demanda contra el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que lo diseñó y construyó.
También se hizo una investigación sobre la actuación de los gobiernos federal, estatal y local, lo que llevó a la dimisión de Michael Brown, entonces director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, y de Eddie Compass, superintendente del Departamento de Policía de Nueva Orleans.
Luisiana es una región proclive a los huracanes, el 27 de agosto del pasado año Laura tocó tierra allí y dejó a su paso cerca de 40 fallecidos en el país.
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