Según el rastreador Poweroutage.us, hay 504 mil 149 usuarios afectados por los cortes de energía, cifra que rápidamente se incrementa en la medida en que el fenómeno hidrometeorológico avanza.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) informó en una actualización vespertina que Ida, el cual entró con categoría 4 de la escala Saffir Simpson, se debilitó ligeramente a categoría 3 y ahora sus vientos máximos sostenidos son de 201 km/h.
Las fuertes marejadas ciclónicas, vientos extremos e inundaciones repentinas continúan en partes del sureste de Luisiana.
El presidente Joe Biden visitó este domingo la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) desde donde instó a los residentes de las regiones afectadas a mantenerse a salvo.
Esta es una tormenta que pone en peligro la vida y es probable que su devastación sea inmensa, no debemos engañarnos, dijo al comprometerse a poner ‘todo el poder del país’ en los esfuerzos de rescate y recuperación.
Biden alabó el sistema federal de diques del estado, que experimentó importantes mejoras luego del desastre provocado por ‘Katrina’.
Antes el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, expresó que Ida será una ‘tremenda prueba’ para los sistemas de protección implementados en medio de la pandemia de Covid-19.
El CNH señaló que el huracán tuvo un toque inicial en Port Fourchon alrededor de las 11:55 hora local con vientos máximos sostenidos de 241 kmh y sobre las 14:00 chocó por segunda vez, pero en la zona de Galliano.
Previo a la llegada del fenómeno decenas de miles de personas en Nueva Orleans y las zonas costeras de Luisiana decidieron evacuar rumbo norte ante el temor de que se repitiera la tragedia de hace 16 años.
El 29 de agosto de 2005, Katrina -uno de los huracanes que causó más víctimas mortales de la temporada en el Atlántico ese año- redujo a ruinas la ciudad de Nueva Orleans y su área metropolitana al romperse los diques y quedar sumergida casi por completo.
Dejó cifras totales cercanas a los dos mil fallecidos (incluidos los reportados en Misisipi, Alabama, Georgia y Florida) y poco más de un millón de desplazados.
La falla en los diques, la mayor de la ingeniería civil en la historia de Estados Unidos, dio lugar a una demanda contra el Cuerpo de Ingenieros del Ejército que lo diseñó y construyó.
También hubo una investigación sobre la actuación de los gobiernos federal, estatal y local, lo que llevó a la dimisión de Michael Brown, entonces director de la FEMA, y de Eddie Compass, superintendente del Departamento de Policía de Nueva Orleans.
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