Previo al impacto del huracán el pasado 29 de agosto, el mandatario aprobó una declaración de emergencia para ese estado y poco después de penetrar el fenómeno climático en territorio nacional ofreció una rueda de prensa, en la que advirtió sobre el peligro que representaba para la vida.
Biden expresó que preveían una inmensa devastación, marcada por cortes de energía que podrían durar semanas para los residentes de zonas aledañas a la costa del golfo de México.
‘Es probable que la devastación sea inmensa’, apuntó al anticipar que no solo en el sur en el norte del país se sentirían los efectos de la inclemencia por las fuertes lluvias remanentes.
Según los reportes aun es imposible cuantificar el total de las afectaciones materiales sobre todo en Luisiana, pero se confirmaron al menos cinco muertes allí tras el impacto de Ida, degradado a tormenta tropical al internarse en territorio estadounidense.
El gobernador del sureño estado, John Bel Edwards, pidió el martes a los residentes todavía evacuados que se mantengan en tal condición porque era demasiado pronto para que consideraran regresar a sus hogares.
‘Faltan muchos de los elementos de la infraestructura de soporte vital, elementos que no funcionan en este momento. Entonces, si a ustedes ya los evacuaron, no regresen aquí, o al sureste de Luisiana, hasta que la Oficina de Preparación para Emergencias les indique que está todo listo para recibirlos’, dijo.
Las escuelas no están abiertas, tampoco los negocios y los hospitales están desbordados, señaló al explicar que tampoco habrá ‘agua corriente ni electricidad en casa’.
Casi un millón de clientes en Luisiana y unos 30 mil en Misisipi quedaron sin electricidad, según el rastreador PowerOutage.US.
Algunos distritos advirtieron que los cortes del servicio eléctrico podrían durar hasta un mes mientras se recuperan de Ida.
Otros nueve fallecidos se registraron en Nueva York y Nueva Jersey como consecuencia de las intensas lluvias e inundaciones que dejaron los remanentes del fenómeno hidrometeorológico en el noreste del territorio nacional.
El huracán Ida –degradada luego a tormenta tropical- impactó en Luisiana el mismo día en que 16 años atrás lo hizo el devastador Katrina, uno de los cinco eventos de su tipo más mortíferos en la historia de Estados Unidos.
Investigaciones realizadas en la última década revelaron que, como término medio, la rápida intensificación de los huracanes aumenta, en parte porque los océanos, que le proporcionan la energía, se calientan más por las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre.
mgt/dfm