En intercambio con la prensa, señaló que Moscú está preocupado por los problemas sociales y económicos que enfrenta esa nación centroasiática, vinculados con la suspensión de la ayuda financiera y logística por parte de sus donantes habituales.
‘Creemos que la comunidad internacional y, sobre todo, los donantes occidentales tradicionales de Afganistán deben proporcionar una asistencia efectiva a la población de ese país para reducir o detener por completo los flujos migratorios’, dijo.
Comentó que en el país no existe certeza sobre la reapertura de instituciones estatales y de bancos, mientras se reportan manifestaciones de descontento en Kabul y en otras ciudades grandes por el aumento de los precios de los alimentos básicos y del combustible por parte del movimiento Talibán.
Asimismo, subrayó la decisión rusa de brindar su apoyo a la rápida formación de un Gobierno de coalición inclusivo en esa nación islámica, que tenga en cuenta la presencia de todas las fuerzas étnicas y políticas afganas, incluidas las minorías nacionales.
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