Inamullah Samangani, miembro de la comisión cultural del grupo armado fundamentalista, dijo que 34 oponentes murieron en los enfrentamientos en esa región, cuyo valle es un reconocido bastión antitalibán, indicó el canal TOLO news.
Luego de la toma de Kabul por los radicales surgieron destellos de resistencia en el valle de Panjshir, donde Ahmad Massoud reunió restos de unidades del ejército regular, fuerzas especiales y de las milicias locales.
Massoud pidió un gobierno inclusivo y de base amplia en Afganistán, que represente a todos los grupos étnicos.
Sin embargo, los combates continuaron en partes de Panjshir, después de fracasar los esfuerzos políticos para forjar un acuerdo entre las partes.
La lucha se intensificó desde la salida de las últimas tropas estadounidenses de Afganistán en la madrugada del 31 de agosto, luego de 20 años de ocupación.
Los combatientes radicales compartieron un video en Internet donde aseveran que sus fuerzas avanzaron en el distrito de Shutul.
Pero un portavoz del frente de resistencia, Fahim Dashti, aseguró que 350 combatientes extremistas murieron y 290 resultaron heridos en los últimos cuatro días.
Los talibanes intentaron varias veces entrar en Shutul a través de las montañas de Jabal Siraj, pero fracasaron y muchos cuerpos quedaron en el campo de batalla, de donde sólo retiraron 40 cadáveres, dijo Dashti.
Los fundamentalistas retomaron Kabul tras el fracaso de la ocupación militar de 20 años por Estados Unidos y la OTAN bajo el paraguas de la lucha contra el terrorismo, y dejaron la nación centroasiática más empobrecida por el conflicto bélico.
Según la ONU, suman 11 millones los refugiados, cinco millones los desplazados internos y 150 mil civiles muertos tras la guerra.
Muchos afganos temen el regreso del estricto régimen talibán, cuyo primer periodo de gobierno entre 1996 y 2001 cometió todo tipo de abusos, sobre todo contra las mujeres y las minorías.
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