En cadena nacional, la víspera, el presidente Alejandro Giammattei anunció la entrega inmediata al Legislativo de un Estado de Calamidad Pública aprobado en Consejo de ministros ante la crisis sanitaria por la enfermedad y en atención a las recomendaciones de expertos y diputados de la Comisión de Salud.
El Jefe de Estado aseguró que es imposible presentar una solución con la aprobación total de la inmensa mayoría de sectores del país; sin embargo, insistió en que ‘para estar bien mañana, debemos tomar medidas más drásticas hoy’, en referencia a un punto siempre polémico, la restricción de la movilidad mediante toque de queda parcial.
Este iniciaría a las 20:00 ‘hora local’ de mañana hasta las 04:00 del día siguiente por espacio de cuatro semanas, periodo en el cual también se incrementaría el control de los aforos en centros comerciales y de trabajo, según el semáforo epidemiológico vigente desde septiembre del pasado año para regular las actividades productivas y sociales.
De acuerdo con el Decreto, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social ejecutará todas las acciones necesarias con el fin de prestar los servicios públicos indispensables para controlar la propagación del virus y dotar a los hospitales de insumos y medicamentos básicos, pues algunos ya colapsaron y otros están al tope de su capacidad.
Las propuestas incluyen, asimismo, un plan de vacunación masivo y pruebas de diagnóstico de la Covid-19 en áreas estratégicas del país, fundamentalmente rurales, así como horarios más estrictos para limitar la venta y consumo de bebidas alcohólicas (ley seca).
También las limitaciones alcanzan a eventos deportivos, que se realizarán sin público, y a actividades educativas, mayoritariamente en línea, un principio a aplicar para eventos en las iglesias espectáculos y reuniones.
Este viernes, el Ejecutivo entregará al Congreso las disposiciones para su análisis y decisión en los próximos tres días hábiles, y Giammattei expresó confianza en su rápida aprobación, a diferencia de un anterior Estado de Calamidad que tuvo el rechazo del pleno.
Guatemala muestra desde finales de julio un alza de casos entre cuatro mil y cinco mil diarios, una situación insostenible para el sistema público de salud y su frágil infraestructura no solo en cuanto a camas, sino también por déficit de recurso humano.
El país llegó a 12 mil 98 fallecidos desde el ingreso aquí el 13 de marzo del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19; en contraste solo 1,3 millones de personas cuentan con el esquema completo del plan de vacunación, abierto hasta ahora para mayores de 25 años.
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