La sentencia consideró que existen ‘serias dudas sobre la legalidad’ de esta licencia de obras, otorgada irregularmente por la alcaldesa de Aubervilliers, Karine Franclet, y dio la razón a los demandantes y dictaminó ‘que la obra ya emprendida se de por terminada de inmediato’.
La proyectada instalación olímpica pretendía llevarse a cabo sobre una parte de los 25 mil metros cuadrados que ocupan las huertas de los vecinos del barrio popular de Aubervilliers, donde se cultiva desde finales del siglo XIX todo tipo de frutas y verduras, y permite a las familias más modestas contar con sus propios productos. La decisión del tribunal se produce quince días después de que la policía desalojara una acampada, mantenida durante cuatro meses por vecinos y miembros de grupos ecologistas, que trataba de evitar el comienzo de las obras y la destrucción de los huertos obreros.
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