El esquema funcionará teniendo como guía el Plan de Acción del Decenio sobre la Restauración de los Ecosistemas acordado en la XXII Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, culminado la víspera.
Este esfuerzo voluntario único en su tipo, está destinado a revertir los efectos actuales de la degradación, así como los que podrían surgir en el futuro, según los organizadores de la cita virtual.
El mismo está vinculado con el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030, una iniciativa global para prevenir, detener y revertir la pérdida de ecosistemas en todo el mundo.
Este plan de acción se basa en mecanismos de cooperación y plantea 10 líneas de trabajo, organizadas en tres vías a seguir.
La primera de ellas es promover un movimiento regional, que se logrará mediante la concientización pública, la visibilización de los defensores de la restauración de los ecosistemas y la introducción de esta problemática en las escuelas.
El compromiso político, que se buscará mediante la creación de liderazgo en la restauración medioambiental, el desarrollo de una estrategia de financiamiento innovadora y el diálogo regional de alto nivel.
La tercera acción es impulsar la capacidad técnica, que se materializará a través de la inversión en investigación científica a largo plazo, un mayor acceso al conocimiento, la promoción de la colaboración y la formación de profesionales en materia de restauración de ecosistemas.
América Latina y el Caribe es una región particularmente rica en términos de biodiversidad, con siete de los países más biodiversos del mundo.
A pesar de que 24,2 por ciento de sus áreas terrestres y 17,5 de sus áreas marinas están protegidas, muchos ecosistemas se degradaron significativamente, lo que amenaza el bienestar de las personas, el potencial de adaptación de los países al cambio climático y, en última instancia, la viabilidad de un futuro sostenible.
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