Los presos fueron trasladados desde la cárcel regional de Guayaquil (oeste) hacia penitenciarías en otras ciudades, luego de los 80 asesinatos ocurridos casi en paralelo en cuatro Centros de Rehabilitación Social del país, el pasado 23 de febrero.
Según indicó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores, los amotinamientos fueron resultado de pugnas entre bandas para mantener el control de esas instalaciones.
Asimismo, la instancia precisó que los reclusos fueron transferidos en buses a cárceles de Cotopaxi, Babahoyo, Bahía de Caráquez y Riobamba.
En algunos de los centros de reubicación, familiares de los privados de libertad exigieron conocer detalles del traslado.
Las autoridades insistieron en que esos presos formaron parte de los disturbios que culminaron con fallecidos en las cárceles 1 y 4 de Guayaquil (provincia Guayas), Latacunga (Cotopaxi) y El Turi (Azuay).
A raíz de esos incidentes, afloraron numerosas denuncias por el mal manejo del gobierno nacional en temas relacionados con el cuidado de los privados de libertad y las condiciones precarias de los centros de rehabilitación social, donde predomina el hacinamiento.
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