El mandatario realizó la declaración este lunes mientras recibía un informe del primer ministro sobre el plan gubernamental para mejorar el sistema de cuidado de mascotas abandonadas, indicó la agencia de noticias Yonhap.
Un número creciente de surcoreanos han adoptado como mascotas a canes que viven en sus casas, sin embargo aún operan las granjas de perros, donde algunas razas son criadas para el consumo humano.
Se sabe que el presidente Moon es amante de los perros y tiene varios de ellos en el complejo presidencial.
En Corea del Sur existe una Ley de Protección Animal que está destinada principalmente a la prevención de la matanza cruel de animales considerados domésticos, pero no del consumo de la carne de perro, uno de los platos tradicionales de la cocina en los países del noreste asiático.
Mientras tanto, los grupos cívicos estaban divididos por los últimos comentarios del mandatario, que provocaron otra ronda de debate sobre uno de los temas más controvertidos en Corea del Sur.
Al darle la bienvenida a la declaración de Moon, Jeon Jin Kyung, líder de la organización Defensores de los Derechos de los Animales en el país, dijo que un número creciente de surcoreanos está considerando el consumo de carne de perro como una cuestión de abuso animal en lugar de una tradición.
Los defensores de ese hábito, por otro lado, afirmaron que las personas también deberían tener libertad para elegir lo que comen.
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