La experiencia demostró que el crimen organizado y las formaciones terroristas no conocen fronteras y pueden hacer metástasis rápidamente, advirtió el funcionario durante una reunión virtual del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana sobre Libia.
Según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores egipcio, Shoukry resaltó que ese flagelo afecta con especial virulencia a las regiones del Sahel, del Sahara y África Central.
Abogó por promover iniciativas continentales e internacionales para apoyar a las naciones golpeadas por esa situación.
Sobre el tema libio, el canciller reiteró el llamado de su país a la evacuación total de las fuerzas extranjeras y mercenarios desplegados allí.
La continuidad de la presencia militar foránea en el vecino territorio provoca un entorno inestable que proporciona un terreno fértil para el terrorismo y el extremismo, aseguró.
Libia está inmersa en una espiral de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada directamente por varios miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre estos Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
La tensión escaló en 2014 cuando las tropas del mariscal Jalifa Haftar, jefe de facto del Gobierno paralelo establecido en la occidental ciudad de Tobruk, intentaron ocupar esta capital, asiento de las autoridades reconocidas entonces por la comunidad internacional.
En medio de esa situación Turquía envió a principios del pasado año miles de mercenarios sirios para enfrentar a las tropas de Haftar, lo cual cambió la correlación de fuerzas.
Bajo el auspicio de la ONU, 75 delegados libios en representación de diversas facciones y territorios, eligieron en febrero último un Gobierno de transición, encargado de dirigir a esta nación árabe hasta la celebración de los comicios el 24 de diciembre venidero.
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